Por tercer ocasión en 5 años me decidí a correr el maratón de Chicago, la razón principal es que traía muy buena base de Boston y la mantuve hasta entrar al nuevo proceso de entrenamiento, así que había que aprovecharla para ir a mejorar la marca, uno de los maratones ideales para este objetivo es sin duda Chicago. Recorrido plano, a nivel del mar, clima frío y ruta bien conocida. Todos los factores estaban de mi lado, solo faltaba entrenar al 100% para cumplir la meta.
Como ya es costumbre, mi coach se desplazó de Toluca su lugar de origen a Cancún por los 3 meses de entrenamiento, como siempre pasamos los exámenes de rigor, lo único que cambio en esta ocasión es que le dió mas atención a las subidas y bajadas, que aunque Chicago no tiene, esto nos daría fuerza extra en las piernas para acelerar. Varias sesiones en Isla Mujeres, la arena de Cancún y gimnasio interior, nos puso a tono para por fin poder romper la barrera de las 3 horas.
Ya acostumbrado a la rutina del viaje, llegar 3 dias antes, buen descanso, unos trotes y buena comida para estar a tono. Para el día de la carrera tenia listo mi "outfit" que con la experiencia ya era utra ligero, shorts muy cortos, playera sin mangas, tenis Adidas Boost y nada más. Tuve que aguantar un frío de 5 grados antes de la carrera pero se pasó rápido.
Con los 50,000 corredores en ebullición salimos por la gloria, Salí en el corral A por primera vez, esto quiere decir que después de los elite iba en el segundo bloque, de hecho los alcanzaba a ver de repente. Me sentía de maravilla y eso era un buen indicio de que podía llegar a cumplir la meta. Me sentía como en mi casa así que se me pasaron como el agua los 5, 10, 15, 20 y 25 kilómetros. Del 25 en adelante aunque con un leve desgaste tenia mucho fuelle por delante, un corredor americano se me emparejo y platicamos hasta el 35, ahí me dijo que ya no estaba muy cómodo con el paso, pero que yo no bajara el ritmo y no lo volví a ver. Aunque sabia que iba cumpliendo la meta, no estaba seguro ya que había programado mi reloj para resetearse cada 10 kilómetros y así no me presionara tanto, en vez de correr 42, estaba corriendo 4 x 10 kms.+ 2.
Al fin llegué a la pequeña subida que divide la Av. principal de la calle de meta, al dar vuelta a la esquina pude ver por primera vez mi tiempo total en el reloj de la meta, un pequeño sprint para ganar segundos extra y crucé la meta en 2 horas 56 minutos. Después de 1 minuto para asimilarlo solté el llanto de la emoción por lograr cruzar la barrera de las 3 horas después de 3 años.
Rumbo a Tokyo 2016 el ultimo major por cubrir...
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