Empezando el año de 2013 había que recuperarse de las
fiestas y adaptarse a los entrenamiento lo antes posible, este nuevo reto
estaba puesto para la tercer semana de Abril así no había tiempo para más. De
regreso a probar en uno de las mejores maratones del mundo, el maratón de
Londres. Bien recuperado físicamente y con las pruebas médicas que indicaban
que todo estaba en orden empezamos las 12 semanas arduas de entrenamiento rumbo
al nuevo reto. A diferencia de correr un maratón en Octubre, el entrenamiento
para correr en Abril es más benévolo ya que de Enero a Marzo el clima es mucho más
agradable en Cancun. Pues sin ningún contratiempo volamos a Londres llegando 4 días
antes para poder adaptarme al nuevo horario lo más pronto posible, los
siguientes 3 días, unos trotecitos por la zona para adecuarse al clima y al
ambiente pre-carrera.
Llegó el Domingo esperado, el camión nos llevó del hotel a
la salida del maratón que se encontraba como a 40 minutos, una zona alta a las
afueras de Londres llamada Greenwich park. Ahí nos reunimos los cerca de 40,000
corredores para comer un snack, descansar un rato, calentar y estar preparados.
Los anunciantes indicaban a donde ir de acuerdo a tu corral de salida. Un
minuto de silencio por los atentados en Boston una semana antes que fue muy
emotivo por lo reciente del acontecimiento, de hecho recibimos unos moñitos
negros para portarlos durante la carrera. Con gran ambiente dieron la salida,
la primera parte del recorrido es de bajada
en unas calles muy estrechas así que había que estar atento a no trompicar
con alguien o pisar mal. Los grupos de corredores se dividieron en 2 y a la
marca de los 5k nos unimos todos de nuevo, las bajadas y los columpios eran
desconcertantes ya que resultaba difícil mantener el ritmo y sin darme cuenta
ya iba más rápido de lo recomendado, pero por mi inexperiencia en terrenos de
este tipo seguí acelerando si saber que todo ese esfuerzo extra se paga
siempre. Al pasar el impresionante "London Bridge" el terreno se
estabilizó y la ruta se volvió plana hasta el final de la carrera. Muy confiado
mantuve mi ritmo pero al llegar al km 25 las piernas empezaron a dar señal de
que se habían desgastado de más en los primeros kilómetros, aunque traté de
ignorarlas, empezaron a mandar más señales mientras iba llegando al km. 30. Mi
mente trató de apoderarse de mí preguntándome "como iba a recorrer 12kms. Mas
en esas condiciones" pero traté de olvidarlo y me distraje saludando al público
que gritaba "México" al leerlo en mi playera. Con mucha incomodidad
llegué el "Big Ben" como inglés, a la 1 de la tarde, eso marcaba ya
el Km. 40! A lo lejos se veía ya el "Palacio de Buckingham" que
estaba a 300 mts. de la meta. Ya con las piernas como trapo saqué lo que todos
los maratonistas tenemos guardado que es el orgullo y el compromiso con uno
mismo para poder terminar como sea este gran reto. Finalmente crucé la meta en
3 horas 5 minutos y 20 segundos, solo 1 minuto abajo de mi mejor marca. Al
principio no quedé satisfecho porque mi meta era llegar en 3 horas pero con el
paso de las horas me di cuenta que había hecho algo extraordinario bajo las
circunstancias y que de todas formas había hecho mi mejor marca.
Mañana el maratón de la Ciudad de México.
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