Maraton de Berlin 2010
Después de terminar el Maratón de Chicago un año atrás, mí adicción por correr se hizo más grande y gracias a las recomendaciones de amigos corredores con más experiencia, decidí contratar a un coach. Entendí que era la única manera de poder seguir mejorando mis tiempos. Después de 4 meses difíciles entre lesiones y complicaciones de tiempo para entrenar, llegó la hora. 3 días antes del maratón ya estaba en Berlín para acostumbrarme al horario y al clima, una temperatura aproximada de 10 grados Celsius y un día soleado el día anterior a la carrera prometía ser perfecto pero a la mañana siguiente el clima cambió por completo, no dejó de llover y la temperatura bajo a 8 grados. Mi vestimenta tuvo que cambiar a licras, playera térmica e impermeable para no mojarme tanto durante el calentamiento y la espera en el corral de salida.
Finalmente arrancó la carrera, la primera parte fue difícil, entre esquivar los impermeables que cubrían el pavimento y el tratar de rebasar a los rezagados te desconcentra de tu objetivo pero al pasar el km. 10 se estabilizaron las cosas, había mas espacio para correr aunque la lluvia no dejó de caer. Por la marca del medio maratón las calles se volvieron estrechas y el tráfico empezó a ser un factor, entre la ropa mojada, la saturación de gente y el frio no era fácil mantener el ritmo de carrera, sin embargo faltando 10 kms. para la meta las avenidas eran más amplias y las atracciones visuales al regresar al centro de Berlín hacia que la motivación volviera para darte ese impulso que necesitas cuando el muro amenaza con pegarte de lleno. Bajando un poco el ritmo de carrera para asegurar llegar bien a la meta vi a los lejos la puerta de Brandemburgo, cruzarla es el sueño de todo corredor que va a este maratón, y de ahí solo 400 mts. mas para cruzar la meta en 3 horas y 35 minutos, 7 minutos menos que el maratón anterior. Bastante acalambrado y exhausto pude terminar el tercer reto que me había propuesto 2 años atrás.
Después de terminar el Maratón de Chicago un año atrás, mí adicción por correr se hizo más grande y gracias a las recomendaciones de amigos corredores con más experiencia, decidí contratar a un coach. Entendí que era la única manera de poder seguir mejorando mis tiempos. Después de 4 meses difíciles entre lesiones y complicaciones de tiempo para entrenar, llegó la hora. 3 días antes del maratón ya estaba en Berlín para acostumbrarme al horario y al clima, una temperatura aproximada de 10 grados Celsius y un día soleado el día anterior a la carrera prometía ser perfecto pero a la mañana siguiente el clima cambió por completo, no dejó de llover y la temperatura bajo a 8 grados. Mi vestimenta tuvo que cambiar a licras, playera térmica e impermeable para no mojarme tanto durante el calentamiento y la espera en el corral de salida.
Finalmente arrancó la carrera, la primera parte fue difícil, entre esquivar los impermeables que cubrían el pavimento y el tratar de rebasar a los rezagados te desconcentra de tu objetivo pero al pasar el km. 10 se estabilizaron las cosas, había mas espacio para correr aunque la lluvia no dejó de caer. Por la marca del medio maratón las calles se volvieron estrechas y el tráfico empezó a ser un factor, entre la ropa mojada, la saturación de gente y el frio no era fácil mantener el ritmo de carrera, sin embargo faltando 10 kms. para la meta las avenidas eran más amplias y las atracciones visuales al regresar al centro de Berlín hacia que la motivación volviera para darte ese impulso que necesitas cuando el muro amenaza con pegarte de lleno. Bajando un poco el ritmo de carrera para asegurar llegar bien a la meta vi a los lejos la puerta de Brandemburgo, cruzarla es el sueño de todo corredor que va a este maratón, y de ahí solo 400 mts. mas para cruzar la meta en 3 horas y 35 minutos, 7 minutos menos que el maratón anterior. Bastante acalambrado y exhausto pude terminar el tercer reto que me había propuesto 2 años atrás.
La próxima semana, un maratón fuera de los majors pero muy interesante, Toronto 2011!
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